La fuerza moral de quien llega limpio a la política, de quien está convencido que su actuación está apegada a los valores y principios de libertad y democracia, devuelven la fe en aquellos que a veces sentimos que nuca vamos a salir de este túnel, que estamos atrapados en una telaraña entramada y amarrada con hilos fuertes de violación a la constitución nacional, a los derechos humanos, a la vida, por Dios¡¡¡
Todos los fines de semana muchachos de la edad de quienes dan la cara por la defensa de los principios políticos, los estudiantes universitarios, algunos con rostro, pero cientos de ellos anóminos que organizan eventos, charlas, conferencias, visitas, saben y están aprendiendo a calibrar, que no sólo se están violando, los derechos políticos sino los que competen a la vida en si misma de sus pares generacionales.
Esos jóvenes que pierden la vida por la inseguridad,aunque no sea evidente, son honrados por los universitarios que levantan la bandera, que ponen el pecho frente a la bota, que la desafían con una huelga de hambre indefinida para lograr la libertad de su compañero preso en Yare, y por extensión a los otros presos políticos. Esos muchachos universitarios, le están lavando la cara al país, ese que el uniforme verde oliva y la bota negra quiere imponer como única alternativa. Ayer nada más sentía el alma esgonzada, hoy y a esta hora, atardecer de un 28 de septiembre, tengo restaurada la fuerza moral. Gracias Muchachos.
lunes, 28 de septiembre de 2009
sábado, 22 de agosto de 2009
La bandera
No voy a escribir para analizar la situación política del país, después de lo ocurrido con la marcha de hoy y para no caer en el uso inadecuado del lenguaje, por aquello de la indignación que otorga sentir impotencia feroz frente a la violencia, sólo voy a indicar que nosotros, quienes deseamos una Venezuela diferente a ésta del socialismo siglo XXI,, debemos a partir de mañana colgar en nuestras ventanas o en nuestros balcones la bandera nacional.
Una de mis hijas me decía, "pero ellos, los socialistas también la pueden colocar", no importa, sé que buscarán una fórmula para diferenciarse, a lo mejor colocan una adicional, la de Cuba, o le pintarán una cara del Ché. Insisto, no importa, coloquemos la bandera nacional en cada una de nuestras casas.
La otra que se ocurre es que hablemos de la Constitución Azul, no la que está encuadernada en rojo, hablemos del azul de la paz, del azul del cielo, la constitución azul.
Una de mis hijas me decía, "pero ellos, los socialistas también la pueden colocar", no importa, sé que buscarán una fórmula para diferenciarse, a lo mejor colocan una adicional, la de Cuba, o le pintarán una cara del Ché. Insisto, no importa, coloquemos la bandera nacional en cada una de nuestras casas.
La otra que se ocurre es que hablemos de la Constitución Azul, no la que está encuadernada en rojo, hablemos del azul de la paz, del azul del cielo, la constitución azul.
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