La fuerza moral de quien llega limpio a la política, de quien está convencido que su actuación está apegada a los valores y principios de libertad y democracia, devuelven la fe en aquellos que a veces sentimos que nuca vamos a salir de este túnel, que estamos atrapados en una telaraña entramada y amarrada con hilos fuertes de violación a la constitución nacional, a los derechos humanos, a la vida, por Dios¡¡¡
Todos los fines de semana muchachos de la edad de quienes dan la cara por la defensa de los principios políticos, los estudiantes universitarios, algunos con rostro, pero cientos de ellos anóminos que organizan eventos, charlas, conferencias, visitas, saben y están aprendiendo a calibrar, que no sólo se están violando, los derechos políticos sino los que competen a la vida en si misma de sus pares generacionales.
Esos jóvenes que pierden la vida por la inseguridad,aunque no sea evidente, son honrados por los universitarios que levantan la bandera, que ponen el pecho frente a la bota, que la desafían con una huelga de hambre indefinida para lograr la libertad de su compañero preso en Yare, y por extensión a los otros presos políticos. Esos muchachos universitarios, le están lavando la cara al país, ese que el uniforme verde oliva y la bota negra quiere imponer como única alternativa. Ayer nada más sentía el alma esgonzada, hoy y a esta hora, atardecer de un 28 de septiembre, tengo restaurada la fuerza moral. Gracias Muchachos.
lunes, 28 de septiembre de 2009
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